II CICLE
II Congreso Internacional de Investigación y Crítica sobre Literatura Española
España y Portugal. Separadas como países. Distanciadas como naciones. Independientes como estados. Y, aun así, hermanadas por la materia intangible de los lazos vitales: una geografía unitaria, una historia compartida, dos culturas enriquecidas en sus contrastes mutuos.
No se concibe este Congreso como conmemoración de alguna efeméride. Después de todo, escojamos el año que escojamos, apreciaremos infinidad de eventos de esta relación profunda, compleja, íntima e irrenunciable entre dos vecinos. Paradójico resulta que el reconocimiento de la separación entre ambos no fuese más que un formalismo. El papel solo confirma una estructura tan falsa como inapelable. No hay más prueba de la solidez de la separación que la fortaleza de los lazos compartidos.
La naturaleza de ASICLE como asociación, y desde el primer congreso CICLE, ha sido la de fomentar el hispanismo. La literatura en lengua española; traspasando fronteras y naciones, sirviendo a la inmaterial, mas presente, “República de las Letras hispanas”. Por ello, es el hispanismo el centro de este congreso, pero en su inevitable materialización internacional y lusófila: el hispanismo visto por personalidades portuguesas, y la literatura portuguesa a través del filtro del hispanismo. Pero un hispanismo en su sentido amplio: de esa Hispania más bien Iberia; esa literatura castellana que no puede, ni debe, ignorar su profunda constitución identitaria como reflejo de, -y contrapartida, y fusión con- la cultura portuguesa. Una relación tan fructífera como poco conocida en muchos aspectos. Y esta ignorancia es la que pretendemos combatir, a través de nuestras posibilidades, en este encuentro académico.
“[...] aquí el amor y la honestidad se dan las manos, y se pasean juntos; la cortesía no deja que se le llegue la arrogancia; y la braveza no consiente que se le acerque la cobardía: todos sus moradores son agradables, son corteses, son liberales y son enamorados, porque son discretos; [...]”
(Miguel de Cervantes, Los trabajos de Persiles y Sigismunda)