"El 14 de enero de 1986 fallecía en Madrid, en la Clínica Rúber, Juan Manuel Rozas, por entonces Catedrático y Director del Departamento de Literatura Española en la Universidad de Extremadura. Contaba con cuarenta y nueve años de edad.
[...] La producción de Juan Manuel Rozas tiene un carácter variado, como puede comprobarse en el examen de su curriculum. No obstante, dos son las épocas de la Literatura Española que más asiduamente merecieron su atención, y en las cuales más se hizo notar su magisterio, el Siglo de Oro y la ya generalmente llamada Edad de Plata. En ellas son especialmente recordados y utilizados los trabajos que giraron en torno al teatro y la lírica del Renacimiento y el Barroco, y a la producción de Lope de Vega, cuyo Arte Nuevo, cuyas comedias, como Fuente Ovejuna o El castigo sin venganza, y cuyos años de vejez, -llamados por él «ciclo de senectute», nombre con el que son habitualmente conocidos desde entonces-, contribuyó de forma sustancial a esclarecer; a Góngora y al Conde de Villamediana, que fue objeto de su tesis, aún inédita, y a quien dedicó un buen número de publicaciones; a la Generación del 27, a la cual dedicó estudios pioneros por entonces y que todavía hoy siguen siendo de consulta indispensable, como La generación del 27 desde dentro, El 27 como generación, Tres secretos (a voces) de la literatura del 27. De otros siglos, son habitualmente recordadas sus aportaciones al estudio de Los Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo, obra de la que también quiso ser editor; de la producción de Bretón de los Herreros; de las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer; de Peñas arriba de Pereda; de la Generación del 98 y el concepto de intrahistoria; de Castilla de Azorín; de Juan Ramón Jiménez; de la bibliografía y los bibliógrafos españoles.
[...] Juan Manuel Rozas es principalmente conocido como investigador. Sin embargo, en los últimos años de su vida se dedicó, febrilmente, como si sintiese que el tiempo se le escapaba, a elaborar una importante obra de creación. Fruto de su trabajo fue la composición de cinco libros de poemas, De la consolación y de sus dioses, Guadalupe Villarreal y Anónimo de Yuste, Cancionero doble, -obra en la que utiliza el recurso del heterónimo, que ya Lope de Vega practicara en sus Rimas humanas y divinas del Licenciado Tomé de Burguillos, que Rozas, por entonces, se ocupaba de editar-, Ostinato, disCURSO mANUAL, y La partida. A ellos se sumaría un Cancionerillo de La Viñona, que quedó sin conclusión. Las dos primeras se editadon en vida. Las restantes, -excepto el Cancionerillo de La Viñona, que no tuvo volumen propio diferenciado-, póstumas. Todas, Cancionerillo incluido, fueron recogidas en un tomo de Poesía completa, preparado por su hijo José Luis Rozas Bravo, y que vio la luz en el año 2006.
[...] un hombre, un profesor y un investigador, Juan Manuel Rozas, que nunca ha terminado, ni terminará, de apartarse de nosotros; una figura, Juan Manuel Rozas, todavía viva y de actualidad, -como lo prueba fehacientemente el apartado de su bibliografía dedicado a sus escritos póstumos, que han ido, y van, apareciendo incluso hasta nuestros días-, que fue, y sigue siendo, para todos los que tuvieron trato con él, un modelo, como individuo, como persona, como intelectual, un modelo que también puede convertirse en punto de referencia, y así deseamos que lo sea, en momentos más recientes, para las nuevas generaciones, actuales y venideras, para jóvenes profesores e investigadores, presentes y futuros, que no pudieron beneficiarse directamente de su magisterio, que no tuvieron la oportunidad ni la fortuna de conocerlo personalmente, de tratar personalmente con él."
Jesús Cañas Murillo
En Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Biblioteca española: Juan Manuel Rozas.